jueves, 7 de junio de 2007

LA FERIA DEL LIBRO NECESARIO. Ramón Medero


La Feria del libro necesario
RAMÓN MEDERO Presidente del Instituto Autónomo Centro Nacional del Libro
HUMANIZAR LA HUMANIDAD


Los verdaderos tiranos, los verdaderos autócratas siempre han entendido que el alfabetismo, el conocimiento, los libros y los periódicos representan un peligro contra sus intereses, porque inculcan ideas emancipadoras en el pueblo. No es fortuito ni parte de una simple formalidad que el Presidente Chávez sea el Presidente Honorario de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN). El mundo entero reconoce que nuestro máximo líder es ávido lector y gran promotor del libro y la lectura. Un líder político muy particular porque sus libros de cabecera inspiran cada día más su verbo y acendran sus convicciones. De hecho, ningún mandatario venezolano, y probablemente ninguno en el mundo se puede comparar con nuestro Presidente en este sentido. Son cientos de obras de la literatura, de la historia y del pensamiento nacional y universal de todos los tiempos a las que ha hecho referencia en sus innumerables alocuciones, dentro y fuera de su país.


Lo hemos escuchado citar de memoria o leer pasajes del Popol Vuh, La Biblia, El Quijote, Los Miserables; Witman, Neruda, Benedetti; Bolívar, Martí, Simón Rodríguez, Marx, Engels, Granschi, el Ché y Chomsky, entre otros. Parece advertirnos de que sus ideas de libertad no le pertenecen, sino que responden a un ideario universal tan antiguo como el hombre y la mujer, un patrimonio de la humanidad, esa humanidad que es víctima de sí misma, o al menos de la irracionalidad y maldad de unos pocos que la expolian, la someten, la asesinan, la envenenan. Surge, por eso, la paradoja de humanizar la humanidad.


A pesar de que el libro no constituye la única forma de leer y comprender el mundo y sus múltiples culturas, es un instrumento para reivindicar al ser humano, para defender y proteger la supervivencia de algunas culturas amenazadas por la globalización de un pensamiento único. No obstante, los libros están allí, los que ya se han escrito, los que están siendo escritos, los que están por escribirse y los que debemos escribir; están a la espera de que nosotros les demos vida, y que nuestras vidas cambien para bien luego de leerlos; libros que no debemos dejar a un lado, libros necesarios. Estamos obligados, por el bien de nosotros y de todos, a evitar que ese pensamiento único los secuestre, los sepulte. Con los libros es posible evocar el amor a la naturaleza, y sus palabras tienen el poder de transformar el odio, la envidia, la avaricia y la vanidad, que profesa y práctica el imperialismo, en solidaridad, hermandad, convivencia, paz y libertad; valores universales que moderan nuestro egoísmo y nos acercan al prójimo.


Gracias a este sano influjo de nuestro Presidente y a que ahora el pueblo participa directamente en la gestión cultural pública, el país vive en este momento una revolución editorial sin precedentes en nuestra historia. Una manera de verificar la certeza de esta afirmación es a través de nuestra feria del libro.


LIBRO Y SOCIEDAD


La Plataforma Política Editorial del Ministerio de la Cultura está conformada por las editoriales El Perro y la Rana , Monte Ávila Editores Latinoamericana y Biblioteca Ayacucho (1.071 títulos 3.217.172 ejemplares); por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos; la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello; la Red de Librerías Kuai Mare (51 librerías en todo el país), la Distribuidora Venezolana del Libro; la Imprenta del Ministerio y el Centro Nacional del Libro, así como los servicios: Agencia Literaria Latinoamericana de Venezuela, Observatorio del Libro y Bibliotecas de Venezuela, la Red Nacional de Escritores, las imprentas regionales, los talleres de formación, la red de bibliotecas públicas y los círculos de lectura, entre otros. Como puede verse abarca todos los procesos relacionados con el libro y la lectura: creación (escritura), transformación (preedición, edición, impresión y encuadernación), circulación (distribución y comercialización) y recepción (lectura y bibliotecas). Es lo que hemos denominado el Sistema Social del Libro y la Lectura , cuya finalidad es de tipo social.


De hecho, actuamos con la firme convicción de que la lectura y la escritura constituyen prácticas de sociabilidad; esto significa, desde la concepción sistémica robinsoniana, que no hay bien individual que pueda ser alcanzado sin garantizar el bien colectivo: y que el bien colectivo representa la estabilidad y seguridad del bien individual.


Visto así, la escritura y la lectura forman parte esencial de un sistema social del libro, que no es sino un sistema de comunicación entre los creadores y la sociedad en general. Esa comunicación, que nace de un acto individual, desde la perspectiva de quien escribe o lee, se transforma sin embargo en un puente entre lo personal y lo social; puente por donde circula un conjunto inagotable de saberes, temas, ideas, pensamientos, gustos y propuestas estéticas que se corresponden con nuestro contexto socio-histórico y que de una u otra manera se pasea entre todos nosotros y nos afecta de manera individual y colectiva.


Esta nueva feria es reflejo de ese sistema cuyo afianzamiento es tarea de todos y en donde la participación del sector privado es de vital importancia. Esto implica una alta responsabilidad social que puede lograrse solo si rescatamos el libro de la banalidad a la que ha sido sometido por el mercado, si juntos logramos que trascienda su carácter material para convertirse en el libro necesario y emancipador, ese que no cede ante las reglas egoístas del mercantilismo y a sus mecanismos perversos de legitimación.


El libro entretiene pero también forma. Sin desmedro de su carácter lúdico y recreativo, cada libro debe responder a las necesidades reales de formación e información de nuestras sociedades. Que sea reflejo de nosotros mismos, que nos permita conocer el presente y el pasado para edificar nuestros sueños. Que promueva una ética y una estética de la humanización, como decía Rubén Darío. Un tipo de libro comprometido con nuestro pueblo, un instrumento de lucha social, de emancipación e integración, que participe en el debate colectivo, en la difusión de saberes, conocimientos y valores universales; que despierte la conciencia del pueblo, que forme al nuevo sujeto revolucionario y lo haga partícipe y protagonista en la construcción colectiva de este nuevo modelo social que garantiza la felicidad de todos sin exclusiones.

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